Nota de prensa                                                                               4 de octubre de 2024

La Revuelta de la España vaciada inicia, a partir del próximo sábado día 5, su semana de acciones en defensa de la sanidad pública rural, en el marco de las reivindicaciones del Yo paro por mi pueblo, que desde 2019 ha venido celebrando en los primeros días del mes de octubre.

En esta ocasión, se vuelve a poner el foco en la problemática en la sanidad pública, especialmente en la atención primaria rural, cuyo deterioro se ha visto agravado por la pandemia y por las políticas de los últimos años, que optaron por el desvío de recursos desde la sanidad pública a la sanidad privada y el desmantelamiento paulatino de lo público.

Entre los problemas concretos que señalan, se encuentran los recortes en las plantillas de personal sanitario (supresión de plazas, falta de cobertura a las bajas, o la no sustitución de los sanitarios en los descansos por guardias o por vacaciones), lo cual lleva a la supresión de días de consulta de manera habitual en muchos pueblos, a que se abandone la práctica de la sanidad preventiva, con los programas de promoción de la salud y el bienestar personal, a que el consultorio no abra en una o varias semanas consecutivas, con todo lo que ello supone para las personas mayores, con dificultades de movilidad o sin apoyos para buscar una alternativa, o a que no se puedan atender las emergencias.

Por todo ello, la Revuelta de la España vaciada demanda una sanidad pública de calidad, dotada con recursos y personal suficientes para que los territorios de la España vaciada no continúen despoblándose aún más, y que garantice a todas las personas el desarrollo de este derecho social independientemente del lugar donde residan.

De manera concreta, el manifiesto que se leerá en las plazas y a la puerta de los centros de salud este año, se centra en diez reivindicaciones que son exigencias comunes a todos los territorios que sufren la despoblación: un aumento de la asignación a la Atención primaria hasta alcanzar el 25% del total del presupuesto de Sanidad; que los centros de salud y consultorios rurales estén accesibles a la población y abiertos en todas las localidades; la eliminación y reducción de las listas de espera en la atención especializada; la priorización de las consultas presenciales, empleando las telefónicas para temas puramente burocráticos; una adecuación y complementación de las plantillas de los centros de salud, adaptándolas a las características de cada territorio y dotándolas de los especialistas necesarios en pediatría, geriatría y otras posibles especialidades.

Asimismo, también se pide a las administraciones, el fomento de la sanidad preventiva y la educación para la salud, con actuaciones concretas; el fortalecimiento de la participación ciudadana con el correcto funcionamiento de los Consejos de salud; la creación de una especialidad en medicina rural o, al menos, la posibilidad de habilitar un sistema de prácticas en centros de salud rurales para los profesionales que vayan a trabajar en el medio rural; la mejora de los servicios de emergencias con la dotación de ambulancias medicalizadas, helicópteros diurnos y nocturnos u otros recursos necesarios; y, por último, cumplimiento del criterio del 100/30/30 por el que ha abogado la Revuelta de la España vaciada y recogido en el Modelo de desarrollo (una conectividad a internet de al menos 100 megas, que los servicios básicos, estén a menos de 30 minutos de desplazamiento en coche y que el acceso a una vía de alta capacidad no sobrepase los 30 kilómetros), de ahí el lema “Salud sin distancia”. Es una cuestión de justicia social, ya que ser pocos no resta derechos.

Desde el sábado, y a durante la próxima semana, se llevarán a cabo las concentraciones en las puertas de los centros de salud y en las plazas, a lo que se unirá una campaña informativa en redes y el apoyo a aquellas otras movilizaciones que se convoquen en todo el territorio en torno a la temática sanitaria.

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