La Revuelta de la España vaciada pone el foco en la violencia machista en el medio rural
Comunicado Revuelta de la España vaciada (25 noviembre 2024)
La Revuelta de la España vaciada se une a los diferentes actos reivindicativos, comunicados y manifiestos que con motivo de la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se están celebrando en todo el país, y lo quiere hacer especialmente poniendo el foco en las mujeres que sufren esta lacra en el medio rural.
En este año 2024 han sido asesinadas en España, a manos de sus parejas o exparejas, 40 mujeres (12 en Cataluña, 9 en Andalucía, 6 en la Comunidad Valenciana, 4 en Galicia, 3 en Madrid, 2 en Castilla-La Mancha, 2 en Castilla y León, 1 en Aragón y 1 en el País Vasco). Las víctimas tenían entre 18 y 84 años. El 52,5 % de ellas tenía entre 31 y 50 años; la mitad eran de origen español, la otra, de otros países; y la mayoría convivía con su agresor (en concreto, 26; es decir, un 65%). Y de todas ellas, 19 vivían en entornos rurales, donde las circunstancias sociales y económicas se complican, muchas veces por la dependencia económica de estas respecto a sus agresores, y por el aislamiento social al que es sometida la víctima.
Es significativo que, tal y como recogen entidades como la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER) en su manifiesto de este año, el porcentaje de mujeres maltratadas que denuncian o verbalizan su situación disminuya en función del tamaño del municipio en el que viven: el 83,3% en las mujeres que residen en municipios de más de 100.000 habitantes; un 78,5% en municipios de entre 10.000 y 2.001 habitantes; mientras que en los municipios de menos de 2.000 solo denuncian el 66,9% de las víctimas.
Las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y La Rioja, son las regiones en las que, por sus características de ruralidad y dispersión, vienen a considerarse España vaciada. Un estudio llevado a cabo en estos territorios por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y FADEMUR en 2020, ya demostraba que las mujeres en el medio rural habían sufrido violencia de género una media de 20 años. También se apuntaba, por un lado, la necesidad de “llenar de servicios públicos y de derechos” a las mujeres de los territorios más despoblados “si no queremos una España vaciada”, y por otro, la importancia de “visibilizar la violencia de género que sufren las mujeres en el ámbito rural.»
No debemos olvidar, por otro lado, a las otras víctimas de este tipo de violencia, los menores de edad. Diez de ellos fueron asesinados y 30 han quedado huérfanos de madre. Desde 2003 hasta la fecha, la cifra de víctimas mortales de violencia de género asciende a 1.285. Y desde 2013, un total de 463 niños, niñas y adolescentes se han quedado en situación de orfandad.
Todavía muchas mujeres en el medio rural perciben que la violencia machista es un asunto que pertenece al ámbito familiar y privado, más que ser considerado como un problema social. Motivos como el apuntado de la dependencia económica, el temor a los comentarios de los vecinos, y a la reacción del maltratador, con el que es difícil aplicar órdenes de alejamiento, el desconocimiento de los recursos de protección y de atención que ofrecen las administraciones, o la desconfianza hacia la fiabilidad de los mismos, son algunos motivos por los que el maltrato hacia la mujer en el medio rural tiene una mayor prevalencia.
Desde la Revuelta de la España vaciada somos conscientes de que todavía hacen falta muchos cambios para dar una respuesta eficaz a este mal endémico de la sociedad, como la necesidad de aumentar los recursos especializados en violencia de género, con la agilización de los procesos judiciales y el establecimiento de protocolos específicos (los trámites de divorcio o separación, por ejemplo), y en atención sanitaria, así como favorecer de modo más eficiente la atención de las casas de acogida, y coordinar mejor los recursos, para evitar la revictimización en todo el proceso legal, y atender la protección de los menores.
Asimismo, compartimos también la idea de que es muy importante trabajar desde las aulas a través de los currículos escolares los contenidos transversales para la igualdad y la prevención de la violencia, con especial atención a la realidad rural, y que es imprescindible una buena coordinación entre instituciones que garanticen una atención integral y efectiva a las víctimas en el medio rural, con la participación activa de las asociaciones locales y redes de apoyo.