En muchos pueblos se han realizado concentraciones señalando la despoblación como factor de los incendios y pidiendo que los bomberos forestales trabajen todo el año. 

  A las doce del mediodía, vecinos de muchos de los pueblos han participado en las concentraciones convocadas por las plataformas de la Revuelta dela España vaciada, en la jornada “Yo paro por mi pueblo” con la que cada mes octubre, desde 2019, denuncian diversas problemáticas que sufren estos territorios, castigados por el abandono administrativo y la despoblación. Este año, el lema elegido ha sido “La despoblación es la llama que quema nuestros pueblos”, para alzar la voz frente a los devastadores incendios forestales que se han producido este año, que han abrasado más de 252.700 hectáreas de superficie forestal hasta el mes de agosto, causando tres muertes, 58 heridos y la evacuación de poblaciones completas. Enfatizan que fuegos como los acontecidos este verano “amenazan su modo de vida”. Piden cambios determinantes en la gestión de las masas forestales para prevenir incendios y afrontar de manera decidida el problema de la despoblación, cuya relación con los incendios forestales consideran “clara y cierta”. Inciden en que en los pueblos abandonados los incendios se propagan de forma descontrolada y el fuego arrasa sus montes, cargados de material seco y combustible, por la falta de trabajos como la ganadería extensiva y la silvicultura, por la pérdida de aprovechamientos forestales y usos tradicionales. Argumentan que sólo un medio rural vivo e implicado en la gestión de su entorno, colaborador en la prevención, será capaz de llevar a cabo esta tarea.  

Lanzan sus propuestas en un Manifiesto

En las concentraciones de la Revuelta de la España Vaciada se ha leído un Manifiesto en el que se recogen las propuestas que quieren trasladar a las administraciones, para desarrollar un nuevo y más eficaz “Modelo de Gestión Forestal Sostenible”. Consideran imprescindible “priorizar y poner en valor las tareas de prevención, recuperando las cuadrillas forestales de mantenimiento de las zonas rurales todo el año”. También apuestan por implicar en la gestión forestal a la población rural, “que durante siglos ha mantenido el equilibrio entre aprovechamiento y conservación de los bosques”, y promover la ganadería extensiva tradicional por su papel en la limpieza del monte y contribución al equilibrio del medio natural, con incentivos para que sea una opción económicamente viable. Además, plantean fomentar la producción y uso de biomasa como fuente de energía renovable, asequible y barata, propiciando iniciativas comunitarias de autoabastecimiento o de economía social. Piden un Plan de reforestación con especies autóctonas de las zonas quemadas respetando los ritmos del propio terreno y que incluya el vivero, la limpieza del monte y la plantación y mantenimiento, y eliminar (o reducir) el IVA de los aprovechamientos forestales (madera, leñas, setas, resina, etc.). Demandan compensaciones por el mantenimiento de la masa forestal y por el papel de los bosques como sumideros de CO2. Y, por último, exigen que se mejoren las condiciones laborales del colectivo de agentes y bomberos forestales, apostando por contratos de 12 meses, asumiendo labores de prevención y mantenimiento forestal, además de extinción ante posibles incendios. En algunos pueblos ha sonado un repique de campanas, y han mantenido un minuto de silencio por todos los afectados en los graves incendios que ha sufrido el país este verano.

“No olvidemos que los incendios existen hasta el próximo verano”

Desde la Revuelta de la España Vaciada valoran “muy positivamente estas pequeñas concentraciones desde muchos lugares porque son pequeños gestos recordatorios, y el verdadero éxito está en que el mensaje se difunda y que se mantenga, en que en el mes de octubre no nos olvidemos que los incendios existen cada verano y cada año son más y más grandes, por ello hay que exigir a las administraciones que generen políticas y medidas efectivas y eficaces ya”. Han destacado que los incendios generan daños personales, materiales, fallecimientos y evacuaciones, “son muchos factores que conllevan este peligro y uno de los más importantes es la despoblación, porque genera el abandono de campos y montes, si además la actividad forestal en general ha bajado por su competitividad es evidente que muchas zonas están abandonadas”. Les preocupa que las CCAA y el Estado no afronten este gran problema hasta el próximo verano, y por ello exigen “un cambio total en el modelo de gestión forestal y en la gestión del territorio”. Recuerdan que cuando viene un gran incendio se despliegan muchos medios y “no se repara en gastos”, pero lo que piden son inversiones para “la prevención, para que el territorio no sufra grandes incendios incontrolables, y para eso se necesita gente en los pueblos, la despoblación es un elemento importantísimo, porque sabemos perfectamente que un monte que no produce de forma sostenible se abandona y el incendio aumenta, un monte que produce de forma sostenible reduce el riesgo de incendio y facilita las tareas de extinción para que no sean incontrolables”.

Por Silvia

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