La Revuelta de la España Vaciada transmite que “lamenta profundamente los recientes fallecimientos de Daniel y Victoriano”, víctimas de los últimos incendios forestales, y quiere mostrar “todo su apoyo y cariño a las familias y amigos de los mismos”. De igual modo, hace extensivo su respaldo a todas las personas afectadas, y agradece el esfuerzo que están realizando todos los profesionales que trabajan en la extinción de incendios, así como a todas las personas voluntarias que colaboran.

Por otro lado, la organización quiere recordar a los gobiernos “la importante necesidad de poner en marcha modelos de gestión de montes que recuperen el equilibrio agroganadero y forestal en los territorios de la España vaciada”. Las plataformas y entidades que integran el movimiento ciudadano de La Revuelta de la España Vaciada, “siempre sensibles a las situaciones de desamparo que sufren las  personas de sus territorios, brindamos nuestra colaboración para participar con las instituciones y organizaciones especializadas en la gestión del plan de lucha contra incendios del Estado, y no solo generar, sino implementar modelos de gestión agroforestales  que  permitan reducir al mínimo el impacto social, emocional y económico de los incendios forestales”.

Las Hurdes, Paradaseca, el Barco, Monfragüe, Sierra de la Culebra, Pumarejo de Tera, Jerte, Cebrero, Ateca… destacan que son más que nombres, “son territorios vivos que necesitan cuidados y atención”.  Son los pueblos de la España vaciada, “solidarios y fuente de vida en comunidad”. Son esos territorios, por lo tanto, “los que más sufren el impacto emocional de ver destruido no solo su medio económico, sino también, su alma, su esencia y su razón de ser”. Valoran que no es únicamente el hayedo, el castaño, la merina, el pinar, el carrascal o la ansotana lo que arde, “es el recuerdo, la memoria, la imagen de los padres y los abuelos, el esfuerzo de generaciones, el sacrificio de una vida, la historia viva de los pobladores”.

Los colectivos de La Revuelta de la España Vaciada entienden que ante estas circunstancias y como pobladores de los mismos, volcados en la lucha contra los incendios, “es más beneficioso prevenir que curar; que una oveja en invierno apaga más fuegos que un helicóptero en verano; que es necesario más que nunca tener modelos de gestión de montes que recuperen el equilibrio agroganadero y forestal”, como el que se propone en el Modelo de desarrollo de la Revuelta de la España Vaciada; y que “otros modelos donde existe un equilibrio entre sociedad y naturaleza son posibles, repoblando nuestros pueblos, recuperando oficios y actividades que ayudaban a mantener bosques y campos”.

Por Silvia

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