La España Vaciada apoya la movilización estatal por un tren convencional, sostenible y vertebrador
La Revuelta de la España Vaciada apoya la movilización en apoyo a la linea de ferrocarril “Guadix – Baza – Almanzora – Lorca» el próximo 31 de diciembre, en la que participan diversos colectivos sociales, ferroviarios, ecologistas y de otra índole de todo el país, algunos de los cuales forman parte de la Revuelta de la España Vaciada.
Desde la España Vaciada reivindican el ferrocarril convencional por ser un “medio de transporte vertebrador de territorios y un servicio esencial para las personas que viven en ellos, factor clave en la consecución de su desarrollo, y herramienta fundamental para la transición ecológica por su potencial respeto al medio ambiente, tal y como promulgan las directrices europeas al respecto”.
Potenciar el tren convencional y recuperar líneas
Desde la España Vaciada hacen referencia al “Modelo de Desarrollo” que elaboraron de manera conjunta por las entidades y plataformas que la forman, donde se recogen explícitamente algunos de los principios motores de esta convocatoria, como el potencial del tren convencional para la vertebración de los territorios, especialmente los más despoblados o la apuesta por medidas de desarrollo sostenible y contra el cambio climático, entre otros.
Aseguran que la Unión Europea establece el uso del ferrocarril “hasta en las zonas semidesérticas con el fin de mantener las poblaciones» por lo que dentro de las medidas propuestas en el Modelo de Desarrollo solicitaron la redacción de un “plan de infraestructuras de transporte accesible estatal que busque restablecer el equilibrio territorial y la igualdad de oportunidades teniendo como objetivo prioritario en su ejecución el dotar de la accesibilidad física necesaria tanto a las personas como a los amplios territorios hasta ahora en abandono institucional”.
Plantean la necesidad de afrontar el cambio a un nuevo modelo ferroviario, con carácter social y la función vertebradora, con velocidades competitivas, de uso mixto, pasajeros y mercancías, público y social, que une comarcas y municipios. Este modelo pasa por “impulsar la renovación integral de las líneas convencionales” y “superar la actual concepción de la Alta Velocidad Española” que diseña las líneas y servicios basándose en una relación origen – destino, generando un efecto “túnel” donde no se ofrece servicio a los territorios intermedios que atraviesa.
Del mismo modo, el Modelo presentado por la España Vaciada solicita la recuperación y mantenimiento de líneas en desuso o cerradas. “Reclamamos al Gobierno que apueste por la reapertura de líneas férreas, tales como la de Guadix – Baza – Almanzora – Lorca, la Ruta de la Plata, el ferrocarril directo Madrid – Burgos, la Ruta de la Plata entre Sevilla y Gijón., o el túnel del Canfranc hacia Francia.
Ferrocarril convencional como herramienta de lucha contra el cambio climático
Desde la España Vaciada recuerdan que en el Año Europeo del Ferrocarril, las directrices europeas invitan a potenciar este transporte como medio sostenible y seguro, con la intención de fomentar su uso, tanto en viajeros como en mercancías, como una de las estrategias decisivas para alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos de 2050. “Mientras la Unión Europea postula el tren como el medio más aconsejable para lograr una movilidad sostenible, aquí se pierden servicios y no se atiende la necesaria inversión para la renovación de infraestructuras, dejando parte del territorio desconectado y ofreciendo una propuesta que no es atractiva para el viajero, al que se está echando a las carreteras”.
Destacan que entre 1990 y 2018 se han invertido en la red de Alta Velocidad 55.888 millones de euros, con un total de 3.400 kms, cuyo mantenimiento cuesta 150.000 euros por kilómetro y año, “una red radial que conecta exclusivamente grandes ciudades”, mientras que los 12.000 kilómetros de vía de ferrocarril convencional “son el verdadero transporte vertebrador por sus posibilidades para integrar ciudades pequeñas y medianas y cabeceras de comarcas”. Denuncian este abandono, “no es ético ni sostenible que la red de AVE se lleve las inversiones, los servicios y los mejores precios, mientras que marginan la red de ferrocarril convencional con el cierre paulatino y silencioso de sus líneas, con horarios y tiempos no operativos e inaceptables porque no prestan servicios eficientes, con tarifas sin abonos ni ofertas y que son hasta diez veces más caras que las ofertas comerciales”.
Además resaltan que el abandono de las líneas de ferrocarril convencional está provocando que España en transporte de mercancías esté muy alejada de los objetivos de la Unión Europea para frenar el cambio climático que tanto condiciona las políticas y la vida actuales de la sociedad.
Manifiesto
La declaración del año 2021 como año europeo del ferrocarril supone una oportunidad para relanzar y poner en primer lugar de prioridades la defensa del ferrocarril como medio de transporte seguro, al servicio de las personas y medioambientalmente sostenible.
Los sucesivos gobiernos del PP y PSOE han realizado durante los últimos años una política de transporte ferroviario orientada a su liberalización y privatización, destinando ingentes cantidades de dinero público a la construcción de líneas de Alta Velocidad que pudiesen hacer atractiva la llegada de operadores privados y abandonando las inversiones en las líneas ferroviarias normales/convencionales, utilizadas por el 95% de las personas que usan el tren. La Alta Velocidad ha consumido grandes inversiones públicas, tiene un gran impacto ambiental y energético, y ha contribuido al aislamiento de infinidad de zonas rurales. Esta concepción del transporte se aleja del papel de prestación de servicio público, de vertebración del territorio y de reequilibrio territorial que debe jugar el ferrocarril.
La progresiva disminución de servicios en los municipios de menos de 20.000 habitantes está contribuyendo directamente a su desaparición, ya que las personas que viven en ellos necesitan desplazarse para acceder a servicios de primera necesidad como la educación, la sanidad o las consultas a profesionales de todo tipo. Igualmente, dichos servicios de transporte resultan fundamentales para que las mujeres que sufren violencia de género puedan tener una vía de salida del entorno en el que sufren este maltrato, así como acceso a servicios y recursos de diverso tipo. Además, una red ferroviaria descentralizada y accesible representa un instrumento indispensable para lograr una repoblación juvenil de las zonas vaciadas.
Por otro lado, no podemos olvidar que vivimos en una situación de emergencia climática en la que el ferrocarril es una pieza clave en la imprescindible descarbonización del transporte. La apuesta por un errado modelo basado en la carretera y en el automóvil ha debilitado un sistema ferroviario normal/convencional y electrificado, que hoy debería jugar un papel central en la lucha climática. Es prioritario centrar esfuerzos en el trasvase al ferrocarril de mercancías y personas que hoy son transportadas por carretera. Reivindicamos el ferrocarril como uno de los modos
de transporte más eficientes energéticamente y con menores emisiones; eje de una movilidad sostenible y multimodal que contribuye tanto a la construcción de ciudades más habitables como al equilibrio del conjunto del territorio. A estos criterios
deberían responder la planificación y debates sobre transporte y movilidad en todos los ámbitos, desde el más global a los locales, con actuaciones que contribuyan responsablemente al enfriamiento del planeta.
Desde las plataformas por el tren y las organizaciones firmantes de este manifiesto, conscientes de la importancia social, vertebradora y sostenible del transporte ferroviario, trasladamos una propuesta a la ciudadanía para hacer posible un giro radical en las políticas de transporte, y así avanzar hacia un modelo sostenible donde la movilidad a pie, en bicicleta y en tren sean la prioridad, y el resto de modos sean subsidiarios y complementarios en tanto no reduzcan al mínimo su agresividad medioambiental.